viernes, 21 de noviembre de 2008

Dejamos Chinatown cargados con nuestras compras y encaminamos nuestros pasos hacia el Village. Ya éramos diez los Apóstolos en Nueva York y hoy era nuestro primer día juntos y como había quedado claro por la mañana resultaba más difícil movilizarse. A esta hora ya llevábamos un par de hora de retraso sobre nuestro plan inicial. La lluvia nos había dado un respiro y en grupos íbamos recorriendo antiguos caminos llenos de árboles que evidenciaban el origen rural de la zona. Pronto llegamos a Washington Sq. Park y nos sentamos a disfrutar de la actuación de cómicos y músicos callejeros que a esta hora llenaban la plaza y utilizaban la fuente sin agua como escenario de sus actuaciones. A pesar del espectáculo, la tarde húmeda animaba a estar en movimiento por lo que pronto decidimos reanudar el paseo pero ya con la pereza de quien tras un duro día de trabajo se acomoda en el sofá de su casa. Recuerdo a Enrique siempre unos pasos más atrás del grupo como el pastor que a distancia cuida de su rebaño mientras inmortalizaba con su cámara de video recién adquirida cualquiera de nuestros movimientos Yo estaba impaciente por poder acercarme a la tienda de Ed para comprar mi cámara, ya era el cuarto día en Nueva York y en cuanto terminara la visita al Village iría a recoger mi encargo. Sole a quien la zona resultaba encantadora, ojeaba la guía de viaje con afán de hacernos partícipes de cada detalle interesante del barrio; no es casual la reputación que tiene el Village de ser un enclave creativo, cuyas calles fueron testigo del nacimiento del movimiento beat y más recientemente de lo que hoy en día se conoce como el movimiento en favor de los derechos de los homosexuales, y así nos iba enumerando cada uno de los cantantes, escritores y pintores expresionistas norteamericanos que dejaron huella en el barrio. "....Bob Dylan cantó sus primeras canciones junto a la fuente de Washington Sq.......... " ....Quiero una coca-cola........." contestaba uno "...En esa casa vivió Mark Twain...." "...Qué bolsos los de aquella tienda..." decía otra "...La New York University se creó aquí en 1831....." "...Necesito un pis...." pensaba la mayoría Y como cuando en 1916, el artista Marcel Duchamp subió a lo alto de la escalera interior del Standford White Arch que preside la plaza y declaró el parque como " República Libre e Independiente de Washington Square" cada uno de nosotros proclamó su propia república y decidió que para el resto de la tarde cada cual haría su santa voluntad. De nada sirvió que Sole insistiera en evitar pararnos de nuevo y recorrer Christopher St antes de que la lluvia que ya amenazaba hiciera de nuevo acto de presencia. Una vez que lloviera sería buen momento para ponerse bajo techo en cualquiera de las cafeterías que poblaban la zona. A mi me pareció una idea fantástica más cuando estaba ansioso por terminar la visita y acercarme a por mi cámara, pero camino del edificio con la fachada más estrecha de Nueva York, el grupo fue perdiendo elementos hasta quedarse reducido a tres: Sole, Eloy y yo. Ya de vuelta por Christopher St. irían apareciendo el resto con la intención de fotografiarse delante de la fachada y hubo de nuevo que esperar. Empezaba a impacientarme este cambio continuo de planes y estar siempre pendiente de donde estuvieran los demás. Llegamos a un mercado callejero y cada cual se puso a buscar entre los puestos, una vez que eche un vistazo a todas las mercancías, decidí que era buen momento para ir a buscar mi cámara y así se lo comuniqué a mis amigos que andaban probándose gafas de sol a diestro y siniestro. Tomé el metro y con la ayuda de varios pasajeros conseguí llegar al andén que me llevaría directamente hasta la estación de la Biblioteca Pública. Al salir al exterior estaba diluviando y a la carrera me acerqué hasta la tienda de fotografía, estaba abierta y podía ver como Ed desde la puerta del establecimiento observaba la tremenda lluvia. Me conoció de inmediato y por la mueca que hizo comprendí que no me iba a dar buenas noticias… Hi Ed, ha sido difícil encontrarte. Llegó por fin mi cámara……? Hola amigo…. Noté que estaba ganando tiempo para pensarse la respuesta Bien, bien como decirte…….., ha habido problemas……mi contacto, tu sabes? Que tipo de problemas?..... Llevo 4 días en Nueva York sin comprarme una cámara porque me aseguraste que la tendría aquí a lo sumo en dos días. Si hasta me ibas a hacer el cargo a la tarjeta…..230 euros Lamentablemente….Tu sabes?... ya no va a poder ser ese precio…hasta cuando estarás en la ciudad? Hasta el jueves…. Imposible tenerla antes del viernes….. Comprendí que me estaba dando largas y que como ya sospechábamos no se trataba de un negocio limpio, no era razonable encontrarla a mitad de precio . Sin despedirme, salí de la tienda decepcionado y fui caminando por la Quinta Avenida mirando todos los escaparates de tiendas fotográficas, en todas ellas el precio de la cámara era siempre superior a 450 euros. Me encogí de hombros y acepté que me iría de la ciudad sin hacer ninguna foto. Quien me iba a decir que gracias a Jesús y Enrique encontraría la dichosa cámara en una tienda próxima al Apple Center por poco más de 200 euros, aunque fue la última noche de estancia en la ciudad y sólo pude hacer tres fotos de mis amigos a la mañana siguiente en el aeropuerto, eso si muy bien hechas. Empapado llegué al hotel, ya tenía ganas de soltar las bolsas con las compras que por la mañana realicé en Chinatown, me di una ducha caliente y descansé un rato mientras esperaba noticias de mis amigos. Llegó un mensaje de Josemi al móvil. …Te esperamos a las 20.30 h. en el cruce de Broome con Wooster, cenamos en el Soho. Miré en el plano y me pareció que se podía llegar fácilmente en el metro. Salí a la calle y me sentí maravillado de caminar con soltura sólo por Nueva Yok. A las 20.20 h ya estaba en el Soho, ya había dejado de llover y el ambiente era espléndido, los cafés y restaurantes rebosaban de gente y me detuve unos minutos en observar cada una de las personas que poblaban la calle. Me quedaban unas cuantas calles hasta llegar a Broome con Wooster y ese recorrido lo hice corriendo. Pude contemplar la típica arquitectura de hierro del Soho, me pareció estar metido en una película. Cuantas caras tiene esta ciudad pensé entusiasmado Llegué por fin al cruce de calles y ahí estaban parte de mis amigos. El resto llegaba al rato cargados de bolsas. Me contaron como por un despiste acabaron todos desperdigados por el Village ; Josemi tenía un doble en Nueva York que además era muy inquieto , todos le tomaron como referencia y le siguieron de tienda en tienda mientras el original esperaba a la puerta de otro establecimiento a que los demás terminasen de comprar. Una vez se dieron cuenta del error, se dispusieron a buscar al verdadero Josemi y acabaron todos perdidos. No es de extrañar con tanto trajín que Enrique comprase unos zapatos los dos del mismo pie. Tocaba decidir donde íbamos cenar, yo pensaba que lo haríamos en el Soho, así estaba planeado pero por la tarde se decidió que era más conveniente buscar otra zona más barata. Miré la guía y propuse algunas alternativas …Que os parece “Corner Bistro”? está cerca, en el Village y aseguran que se sirven posiblemente las mejores hamburguesas al carbón de Manhatan…. ….Al Village otra vez? pero si venimos de alli…… dijo Jesús, proponiendo cualquier tratoria en Little Italy.. ….Recordad que algunos de nosotros ya comimos hoy en un italiano …Y si vamos a cenar a Coney Island?..... dijo Enrique. Yo tenía buenas referencias del “Corner Bistro” y seguí erre que erre …..Carlos, la guía indica que es un local muy pequeño, somos diez y no tenemos reserva, vamos a ir para nada………insistió Jesús Se hacia necesaria una votación popular y como ya comenté hoy cada cual decidió proclamar su propia república … Votos a favor de hamburguesa? Levantamos el brazo y empezamos a contar…. uno, dos, tres, cuatro y cinco. Votos para italiano? Se repite la operación…uno, dos, tres, cuatro, cinco….SEIS Y SIETE….. Ein? Como es posible ¿ si somos diez como es que hay doce votos? Quienes votaron dos veces?? Isa y Almu se excusan explicando que levantaron dos veces el brazo, que si a uno y que no a otro…. Y si vamos a un McDonals?...dijo Sole sonriendo Decidimos movernos y cenar por esta noche en cualquier sitio decente que encontráramos por el camino. Encabezaban el grupo Josemi, Enrique y Jesús, a unos metros Sole, Virginia, Joaquín y yo y rezagados Almu, Isa y Eloy. Recorríamos una avenida ancha y desierta, en la que la mayoría de los locales ya estaban cerrados, los primeros a los que ya se habían unido Virginia y Joaquín, llevaban buen paso y nos estaban cogiendo una gran delantera. Sole y yo pasamos delante de un local que permanecía abierto y en plena actividad, tenía unos grandes ventanales desde donde se apreciaban los carteles con los posibles menús…. Ensaladas, arroces, pizzas, hamburguesas, costillas…. Cómo es posible que éstos no lo hayan visto? Que pinta tienen las ensaladas !!! dijo Sole. Los últimos del pelotón llegaron a nuestra altura y tras un vistazo al local les pareció un lugar perfecto para cenar. Eloy con señas y gritos se encargó de avisar al resto, mientras Sole, Isa , Almu y yo nos apresurábamos a ocupar las tres mesas que quedaban libres. Cada una tenía adosados cuatro asientos atornillados al suelo por lo que necesitábamos precisamente ese número. La camarera ya estaba dispuesta a tomar nota cuando llegan los demás…. Que nosotros hemos decidido ir a “Corner Bistro”, nos apetece una hamburguesa…. Todavía cuando lo recuerdo digo Ein? Ein? Ein?...Empecé a escupir sacos y culebras por la boca y más cuando me dijeron que debía estar más atento, que se había comentado el cambio de planes pero que yo como siempre debía estar despistado. Acabé montando un señor número en la puerta del local indicando que estaba de cambio de planes hasta el gorro y que a partir de ahora grabaría cualquier conversación para saber quien no se entera. Si hay algo que me irrita es tener eterna fama de despistado y son los demas quienes van siguiendo a dobles Sole, Isa, Almu y Eloy tuvieron bastante con el incidente por hoy y regresaron a su hotel sin cenar y yo continué con mi sonora bronca camino de la hamburguesería. En el 106 W.Houston St. encontramos un restaurante que llamó nuestra atención; ARTURO´S, había música de jazz en directo y parecía un lugar muy acogedor. Preguntamos si había mesa para seis y nos pidieron aguardar tan sólo unos minutos. Yo seguía enfadado y durante la espera bajo los plátanos que había apostados en la calle continué echándoles un buen rapapolvo. Todos me miraban confusos, sin entender el motivo de mi enfado y eso aún me encendía más. Muy bueno tenía que ser el restaurante cuando al poco rato de sentarnos mi mal humor ya había desaparecido. Fuimos atendidos por el dueño que se esmeró para que nos sintiéramos especiales, tanto que hasta nos dedicó una canción de letra improvisada con la música de New York New York . Recuerdo los distintos tipos de cerveza, la enorme y fresca ensalada, la pizza de anchoas y los roviolis al vocka como verdaderos manjares. Antes de salir del restaurante, fui al baño. En él, las paredes se utilizaban como pizarras en las que los clientes escribían sus pensamientos o deseos . En el lavabo ordenadas perfectamente en una caja había distintas tizas de colores. Tomé la tiza roja…………
Amaneció un día fresco pero sin lluvia. Antes de comenzar el recorrido diario decidimos acercarnos de nuevo a la tienda de Ed, ya era el tercer día en Nueva York y yo continuaba sin cámara . Josemi y yo bajamos al hall de los Apartamentos donde ya nos esperaban Enrique y Jesús. Aprovechamos para desayunar en el Europa Café de la Séptima mientras llegaba la hora de apertura de los comercios. Comenzaban a levantarse los primeros cierres y debíamos apresurarnos pues Virginia y Joaquín aguardaban ya a la puerta de los Apartamentos a los Apóstolos recién llegados. Nos atendió el dueño del establecimiento. Le preguntamos por nuestro encargo y puso cara de circunstancias....Un encargo a Pensilvania??? Eso debe ser cosa de Ed.....Los sábados comienza su turno a las doce, deben venir más tarde... Otra vez me marchaba de vacío....Que mal me olía ya esto. Decidí que por la tarde me volvería a acercar aunque solo fuera a cantarle las cuarenta al malqueda de Ed Por fin la foto de los diez era posible, primer encuentro de todo el grupo entre risas y abrazos. Nuestro primer destino juntos sería Chinatown. De camino al metro les poníamos al día de las aventuras ya vividas mientras los recién llegados nos comentaban sus primeras impresiones de la ciudad. A mi me recuerda mucho a Lima decía Sole. Isa y Almu nos contaban la pereza que les había dado dejar el pueblo donde pasaban tranquilamente las vacaciones para meterse en todo este embolao. Nos numeramos al llegar al anden ..el uno, el dos , el tres, el cuatro, ....el ocho, el nueve y el diez..... Alguien cree que pasados cinco minutos se acordaba de su número? En el vagón todo eran risas , me dediqué a observar a mis amigos, comprendí la preocupación que teníamos todos en Madrid en cuanto a que éramos un grupo muy numeroso, iba a ser difícil que no surgieran roces Después de salir del metro aún debimos recorrer algunas calles hasta ver aparecer los primeros letreros escritos en chino. Eloy y yo íbamos delante leyendo a cada paso la información que proporcionaban las guías de viaje. Nos acompañó unos metros un paisano de Salamanca que llevaba veinte años viviendo en Miami, pasaba unos días en Nueva York para visitar la ciudad y charlar con un grupo de españoles le hizo ilusión. Atravesamos Mulberry Street, calle principal de la ya diminuta Little Italy. Por lo temprano de la hora, los restaurantes aun permanecían cerrados y se respiraba un ambiente de tranquilidad. Fotos delante de la fachada del restaurante Puglia, pintada con los tres colores de la bandera italiana No sé en que momento dimos la vuelta al mundo pero en un abrir y cerrar de ojos aparecimos en China. Nos dejamos llevar por las calles cercanas a Canal Street, descubriendo olores y sabores nuevos, Sole compró en un puesto un cucurucho de un dólar cargado de lichis que fue ofreciendo a todos.... a mi me sabe a pera... pues a mi me sabe a melón.. Los comerciantes ofrecían a la puerta de sus pequeños negocios su extraña mercancía, enormes sapos croando, patos colgados del cuello, pescados de formas desconocidas.... y todo ello en un ambiente de bullicio continuo. Yo ya había saciado mi curiosidad probando la fruta que a mi me sabía a ciruela y no pensaba experimentar con nada más. Realmente habíamos venido a Chinatown por ser el paraíso de las imitaciones y ya estábamos tardando en ponernos a tiro. Fue poner cara de compradores compulsivos y se nos acercó una china... Bags, waches .....Prada, Rolex...... Y ahí estábamos los diez a la carrera detrás de la china que avisaba por el móvil a su contacto de nuestra próxima visita. Nos pidió que nos detuviéramos delante de una verja cerrada a cal y canto. Cuando la china comprobó que no había policía avisó al chino que levantara el cierre y pasamos todos atropelladamente al local. Apareció una escalera de cuyas paredes colgaban los bolsos. Yo encabezaba el grupo y subía los escalones de dos en dos. Pronto tuve que detener mi carrera pues el estrecho corredor estaba condenado. No hubo tiempo de avisar a mis amigos, el chino bajó el cierre y en unos segundos nos vimos encerrados sin otra luz que la de un foco que me quemaba los ojos. Chiiiiino queremos salir de aquiiiiiiiiiiiiiiii, abre de una vez No nos gustan estos bolsos, que abraaaaaaaaaaaaas ya....!!!!! Cada vez estábamos más angustiados en aquella cueva por la falta de luz y de espacio El chino como quien oye llover ...... Abreeeeeeeeeeeee la puertaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Las chicas que ocupaban los primeros peldaños de la escalera comenzaron a gritar pidiendo calma pues temía morir aplastadas en caso de avalancha del resto de los apóstolos, que desde la escalera empujábamos en dirección a la calle. Una vez que recibió el aviso de que fuera todo estaba tranquilo levantó el cierre y salimos todos hacía la calle entre empujones y risas. Habíamos tenido mala suerte, había muy poca variedad y lo sórdido del lugar era como para no volver a intentarlo , pero no nos desanimamos y pronto teníamos a otra china ofreciendo más mercancía. Esta corría más que la primera y entre gritos la fuimos siguiendo por callejones cada vez más apartados de la calle principal. Esto promete, que aventura.... Se detuvo delante de la puerta de un edificio, hizo la llamada correspondiente y nos invitó a pasar. Que carreras por las escaleras!!! Mientras subíamos , otros turistas bajaban cargados con bolsas de basura donde guardaban sus compras. Y por fin entramos a una habitación donde no quedaba espacio para un bolso más , perfectas imitaciones colgaban de las paredes, haciendo realmente complicada la elección. Yo eche un vistazo general y encontré algunas cajas precintadas y como si de mi negocio de camisetas se tratase me puse como un loco a romper los precintos... Que aquí hay mássssssssss............... Veinte manos a la vez cogiendo y soltando todo lo que se ponía por delante hasta descolocar por completo toda la habitación. A la que teníamos más descolocada era a la china que cuando consiguió salir de su asombró pidió refuerzos. Y llegó un chino para poner orden.... Yo había leído que para saber si una imitación es buena había que apreciar sobre todo la calidad de los acabados y así lo hice saber a mis amigos..., no os dejéis impresionar por el aspecto exterior, abrir el bolso y fijaros en las cremalleras, en la costura del forro, en cómo va cosida la etiqueta....Pronto todos comenzaron a consultarme sobre si el bolso escogido era una imitación aceptable....... como si yo tuviera idea....... El juego en principio me pareció divertido... Me llevo este...? Esta piel es buena....? De estos cual es el mejor...? Yo iba contestando a unos y a otros según me parecía... Suéltalo, es feo de cojones Este está genial, agárralo y no lo sueltes Tengo que decir que yo me dedico a vender camisetas de algodón y no distingo una piel de cabra de otra de vaca por lo que mis opiniones no tenían otro valor que el del simple buen gusto. A la veinteava consulta ya empezaba a aburrirme el juego...Al fin y al cabo tanta pregunta me estaba distrayendo de mi divertimento principal que era el de descubrir que había en las cajas que aún permanecían cerradas. Creo que no dejé ni una sin abrir. Alguien me hace eso en mi negocio y le echo a patadas, jejeje Por fin me decidí por un bolso y cartera típicos de burberry que pensé serían del agrado de mi madre. Tenía algunos encargos más que cumplir pero no los encontré y resolví dejar el resto para otra ocasión. La china aún seguía aturdida por nuestro asalto mientras su compañero con cara de muy pocos amigos nos apremiaba a terminar con nuestras compras. Llegó la hora de pagar, contamos nuestros artículos, algunos de mis amigos no tenían manos suficientes para cargar con tanto bolso y exigimos un precio especial por volumen. Y así nos pusimos en fila y comenzamos con el regateo. Consiguieron mejor precio los últimos, el chino ya cansado, con tal de perdernos de vista dejó de discutir la rebaja y éramos nosotros quienes realmente fijábamos el precio. Los que habíamos pagado primero le pedimos el mismo descuento y terminamos con su oriental paciencia. Realmente estábamos discutiendo por cinco dólares, ya nos vale.... Al final otro bolso llamó la atención de muchos. Tenía una cremallera tan grande que si pasa un tren por ella no descarrila. Había que conseguirlo barato y para ello Josemi pensó que lo mejor era simular un defecto. Cuanto cuesta? Cincuenta dólares... Cuánto??.... Josemi inspeccionó el bolso e hizo el ademán de probar su cremallera. Al llegar a la mitad, comenzó a dar tales tirones que fue un milagro que no se quedara con el cierre en la mano.... Ni yo abriendo cajas fui tan osado No doy más de veinte dólares.... no se abre bien La china pacientemente tomó el bolso......... Raaaaaaaaaaaaaaaaaaaassss.........................completando su recorrido de principio a fin. Ante la evidencia todos pensamos que Josemi cedería, pero en lugar de eso se lo arrebató de nuevo y repitió la operación aún con más fuerza, esta vez acompañado por Sole que con otro bolso igual tiraba y tiraba del cierre sin conseguirlo. No sé si los originales pasarían semejante prueba de calidad pero las imitaciones de la china como poco eran resistentes Que no hay manera...esto no va.... no va Los bolsos fueron pasando de mano en mano y misteriosamente solo se abrían manipulados por la china que ya había sacado su carácter y abría la cremallera como quien le arranca la cabeza a un pollo.... RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSS Un tirón más y acabamos de menú en el restaurante de la esquina. No hubo tiempo a más, el chino le arrancó el bolso a Josemi y dio por terminada la negociación negándose a llegar a ningún acuerdo Hubo oportunidad de pasar por otra nueva habitación en la que a nadie se le ocurrió dar más tirones a ninguna cremallera y en la que Almu que de entrada no pensaba comprar nada salió cargada hasta los dientes.....Un beso Almu Después nos dedicamos más relajadamente a buscar gangas entre los puestos de relojes, zapatos y perfumes. Era curioso pasear por las calles cada vez más concurridas y asistir a la vida cotidiana de los habitantes del barrio. Regateamos con un negro la compra sin éxito de unos relojes Omega. Como unos instantes antes con el chino llegamos a sacarle de sus casillas y se perdió entre callejones gritando que ya le buscaríamos. Lo cierto es que debimos volver otro día a conseguir nuestros relojes pues no encontramos mercancía tan buena a ese precio. Fotos delante de la Pagoda y visita al Templo Budista de la Calle Mott, que más que un templo parecía un Todo a Cien. Compré por un dólar un rollito de la fortuna que contenía el siguiente mensaje: “Todo lo que te propongas lo conseguirás Tendrás éxito en tu trabajo Tendrás fortuna en el amor Tendrás suerte en la vida Tendrás fuerza para vencer a tus enemigos.” Repitiéndome estas frases salí del Templo pensando en cuantas cosas había adquirido a cambio de un dólar. La mejor compra del día. A la puerta de un restaurante chino decidimos que ya era hora de comer; hicimos dos grupos, aún tenia la imagen de los sapos del mercado y propuse como alternativa cualquier trattoria de Litte Italy. Almu, Isa, Josemi se unieron al plan y quedamos en reunirnos todos en ese mismo punto hora y media después. Mulberry Street rebosaba ahora actividad, todas sus terrazas estaban al completo de turistas que disfrutaban al sol de un buen plato de pasta. El aspecto y el olor de aquella salsa de tomate nos había abierto el apetito.. Tuvimos suerte de encontrar mesa y disfrutamos de una estupenda lasaña y de un momento muy agradable de conversación y descanso. Que difícil resulta pedir un café con hielo fuera de España..... No había ya tiempo de explicaciones y nos dimos por contentos con un Ice coffe que resultó ser espectacular. Puntuales llegamos al punto de encuentro convenido. Para la tarde teníamos prevista la visita al Village y el tiempo comenzaba a echarse encima..... pisando huevos y cuarenta minutos después apareció el resto con la intención de tomarse un café, cuando el cuarteto de los italianos habíamos hecho ya la digestión. Anda, que suerte, un cybercafe! .......( ciberleches!!!) .Le pedí a Buda paciencia y mientras leían sus correos electrónicos aprovechamos para buscar la llamada esquina sangrienta, de la que según la guía nos separaban pocos pasos. Después de atravesar calles estrechas localizamos exactamente ese punto y comencé a leer emocionado su significado en la guía: “.....Durante la época de luchas por el control de Chinatown, Doyers Street, pequeña y tortuosa calle era conocida como Bloody Angle, pues allí se producían la mayoría de enfrentamientos entre las bandas rivales de los Leong y los Hip Sing...” Levanté la vista de la guía y me encontré sin publico que me escuchara bajo la lluvia que de repente comenzaba a caer fuerte. Almu e Isa encontraron mayor interés en los zapatos de la tienda de la esquina y Josemi y Eloy que nos acompaña se habían perdido calle abajo. Solo y desamparado en Chinatown.
Amaneció un día fresco pero sin lluvia. Antes de comenzar el recorrido diario decidimos acercarnos de nuevo a la tienda de Ed, ya era el tercer día en Nueva York y yo continuaba sin cámara . Josemi y yo bajamos al hall de los Apartamentos donde ya nos esperaban Enrique y Jesús. Aprovechamos para desayunar en el Europa Café de la Séptima mientras llegaba la hora de apertura de los comercios. Comenzaban a levantarse los primeros cierres y debíamos apresurarnos pues Virginia y Joaquín aguardaban ya a la puerta de los Apartamentos a los Apóstolos recién llegados. Nos atendió el dueño del establecimiento. Le preguntamos por nuestro encargo y puso cara de circunstancias....Un encargo a Pensilvania??? Eso debe ser cosa de Ed.....Los sábados comienza su turno a las doce, deben venir más tarde... Otra vez me marchaba de vacío....Que mal me olía ya esto. Decidí que por la tarde me volvería a acercar aunque solo fuera a cantarle las cuarenta al malqueda de Ed Por fin la foto de los diez era posible, primer encuentro de todo el grupo entre risas y abrazos. Nuestro primer destino juntos sería Chinatown. De camino al metro les poníamos al día de las aventuras ya vividas mientras los recién llegados nos comentaban sus primeras impresiones de la ciudad. A mi me recuerda mucho a Lima decía Sole. Isa y Almu nos contaban la pereza que les había dado dejar el pueblo donde pasaban tranquilamente las vacaciones para meterse en todo este embolao. Nos numeramos al llegar al anden ..el uno, el dos , el tres, el cuatro, ....el ocho, el nueve y el diez..... Alguien cree que pasados cinco minutos se acordaba de su número? En el vagón todo eran risas , me dediqué a observar a mis amigos, comprendí la preocupación que teníamos todos en Madrid en cuanto a que éramos un grupo muy numeroso, iba a ser difícil que no surgieran roces Después de salir del metro aún debimos recorrer algunas calles hasta ver aparecer los primeros letreros escritos en chino. Eloy y yo íbamos delante leyendo a cada paso la información que proporcionaban las guías de viaje. Nos acompañó unos metros un paisano de Salamanca que llevaba veinte años viviendo en Miami, pasaba unos días en Nueva York para visitar la ciudad y charlar con un grupo de españoles le hizo ilusión. Atravesamos Mulberry Street, calle principal de la ya diminuta Little Italy. Por lo temprano de la hora, los restaurantes aun permanecían cerrados y se respiraba un ambiente de tranquilidad. Fotos delante de la fachada del restaurante Puglia, pintada con los tres colores de la bandera italiana No sé en que momento dimos la vuelta al mundo pero en un abrir y cerrar de ojos aparecimos en China. Nos dejamos llevar por las calles cercanas a Canal Street, descubriendo olores y sabores nuevos, Sole compró en un puesto un cucurucho de un dólar cargado de lichis que fue ofreciendo a todos.... a mi me sabe a pera... pues a mi me sabe a melón.. Los comerciantes ofrecían a la puerta de sus pequeños negocios su extraña mercancía, enormes sapos croando, patos colgados del cuello, pescados de formas desconocidas.... y todo ello en un ambiente de bullicio continuo. Yo ya había saciado mi curiosidad probando la fruta que a mi me sabía a ciruela y no pensaba experimentar con nada más. Realmente habíamos venido a Chinatown por ser el paraíso de las imitaciones y ya estábamos tardando en ponernos a tiro. Fue poner cara de compradores compulsivos y se nos acercó una china... Bags, waches .....Prada, Rolex...... Y ahí estábamos los diez a la carrera detrás de la china que avisaba por el móvil a su contacto de nuestra próxima visita. Nos pidió que nos detuviéramos delante de una verja cerrada a cal y canto. Cuando la china comprobó que no había policía avisó al chino que levantara el cierre y pasamos todos atropelladamente al local. Apareció una escalera de cuyas paredes colgaban los bolsos. Yo encabezaba el grupo y subía los escalones de dos en dos. Pronto tuve que detener mi carrera pues el estrecho corredor estaba condenado. No hubo tiempo de avisar a mis amigos, el chino bajó el cierre y en unos segundos nos vimos encerrados sin otra luz que la de un foco que me quemaba los ojos. Chiiiiino queremos salir de aquiiiiiiiiiiiiiiii, abre de una vez No nos gustan estos bolsos, que abraaaaaaaaaaaaas ya....!!!!! Cada vez estábamos más angustiados en aquella cueva por la falta de luz y de espacio El chino como quien oye llover ...... Abreeeeeeeeeeeee la puertaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Las chicas que ocupaban los primeros peldaños de la escalera comenzaron a gritar pidiendo calma pues temía morir aplastadas en caso de avalancha del resto de los apóstolos, que desde la escalera empujábamos en dirección a la calle. Una vez que recibió el aviso de que fuera todo estaba tranquilo levantó el cierre y salimos todos hacía la calle entre empujones y risas. Habíamos tenido mala suerte, había muy poca variedad y lo sórdido del lugar era como para no volver a intentarlo , pero no nos desanimamos y pronto teníamos a otra china ofreciendo más mercancía. Esta corría más que la primera y entre gritos la fuimos siguiendo por callejones cada vez más apartados de la calle principal. Esto promete, que aventura.... Se detuvo delante de la puerta de un edificio, hizo la llamada correspondiente y nos invitó a pasar. Que carreras por las escaleras!!! Mientras subíamos , otros turistas bajaban cargados con bolsas de basura donde guardaban sus compras. Y por fin entramos a una habitación donde no quedaba espacio para un bolso más , perfectas imitaciones colgaban de las paredes, haciendo realmente complicada la elección. Yo eche un vistazo general y encontré algunas cajas precintadas y como si de mi negocio de camisetas se tratase me puse como un loco a romper los precintos... Que aquí hay mássssssssss............... Veinte manos a la vez cogiendo y soltando todo lo que se ponía por delante hasta descolocar por completo toda la habitación. A la que teníamos más descolocada era a la china que cuando consiguió salir de su asombró pidió refuerzos. Y llegó un chino para poner orden.... Yo había leído que para saber si una imitación es buena había que apreciar sobre todo la calidad de los acabados y así lo hice saber a mis amigos..., no os dejéis impresionar por el aspecto exterior, abrir el bolso y fijaros en las cremalleras, en la costura del forro, en cómo va cosida la etiqueta....Pronto todos comenzaron a consultarme sobre si el bolso escogido era una imitación aceptable....... como si yo tuviera idea....... El juego en principio me pareció divertido... Me llevo este...? Esta piel es buena....? De estos cual es el mejor...? Yo iba contestando a unos y a otros según me parecía... Suéltalo, es feo de cojones Este está genial, agárralo y no lo sueltes Tengo que decir que yo me dedico a vender camisetas de algodón y no distingo una piel de cabra de otra de vaca por lo que mis opiniones no tenían otro valor que el del simple buen gusto. A la veinteava consulta ya empezaba a aburrirme el juego...Al fin y al cabo tanta pregunta me estaba distrayendo de mi divertimento principal que era el de descubrir que había en las cajas que aún permanecían cerradas. Creo que no dejé ni una sin abrir. Alguien me hace eso en mi negocio y le echo a patadas, jejeje Por fin me decidí por un bolso y cartera típicos de burberry que pensé serían del agrado de mi madre. Tenía algunos encargos más que cumplir pero no los encontré y resolví dejar el resto para otra ocasión. La china aún seguía aturdida por nuestro asalto mientras su compañero con cara de muy pocos amigos nos apremiaba a terminar con nuestras compras. Llegó la hora de pagar, contamos nuestros artículos, algunos de mis amigos no tenían manos suficientes para cargar con tanto bolso y exigimos un precio especial por volumen. Y así nos pusimos en fila y comenzamos con el regateo. Consiguieron mejor precio los últimos, el chino ya cansado, con tal de perdernos de vista dejó de discutir la rebaja y éramos nosotros quienes realmente fijábamos el precio. Los que habíamos pagado primero le pedimos el mismo descuento y terminamos con su oriental paciencia. Realmente estábamos discutiendo por cinco dólares, ya nos vale.... Al final otro bolso llamó la atención de muchos. Tenía una cremallera tan grande que si pasa un tren por ella no descarrila. Había que conseguirlo barato y para ello Josemi pensó que lo mejor era simular un defecto. Cuanto cuesta? Cincuenta dólares... Cuánto??.... Josemi inspeccionó el bolso e hizo el ademán de probar su cremallera. Al llegar a la mitad, comenzó a dar tales tirones que fue un milagro que no se quedara con el cierre en la mano.... Ni yo abriendo cajas fui tan osado No doy más de veinte dólares.... no se abre bien La china pacientemente tomó el bolso......... Raaaaaaaaaaaaaaaaaaaassss.........................completando su recorrido de principio a fin. Ante la evidencia todos pensamos que Josemi cedería, pero en lugar de eso se lo arrebató de nuevo y repitió la operación aún con más fuerza, esta vez acompañado por Sole que con otro bolso igual tiraba y tiraba del cierre sin conseguirlo. No sé si los originales pasarían semejante prueba de calidad pero las imitaciones de la china como poco eran resistentes Que no hay manera...esto no va.... no va Los bolsos fueron pasando de mano en mano y misteriosamente solo se abrían manipulados por la china que ya había sacado su carácter y abría la cremallera como quien le arranca la cabeza a un pollo.... RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSS Un tirón más y acabamos de menú en el restaurante de la esquina. No hubo tiempo a más, el chino le arrancó el bolso a Josemi y dio por terminada la negociación negándose a llegar a ningún acuerdo Hubo oportunidad de pasar por otra nueva habitación en la que a nadie se le ocurrió dar más tirones a ninguna cremallera y en la que Almu que de entrada no pensaba comprar nada salió cargada hasta los dientes.....Un beso Almu Después nos dedicamos más relajadamente a buscar gangas entre los puestos de relojes, zapatos y perfumes. Era curioso pasear por las calles cada vez más concurridas y asistir a la vida cotidiana de los habitantes del barrio. Regateamos con un negro la compra sin éxito de unos relojes Omega. Como unos instantes antes con el chino llegamos a sacarle de sus casillas y se perdió entre callejones gritando que ya le buscaríamos. Lo cierto es que debimos volver otro día a conseguir nuestros relojes pues no encontramos mercancía tan buena a ese precio. Fotos delante de la Pagoda y visita al Templo Budista de la Calle Mott, que más que un templo parecía un Todo a Cien. Compré por un dólar un rollito de la fortuna que contenía el siguiente mensaje: “Todo lo que te propongas lo conseguirás Tendrás éxito en tu trabajo Tendrás fortuna en el amor Tendrás suerte en la vida Tendrás fuerza para vencer a tus enemigos.” Repitiéndome estas frases salí del Templo pensando en cuantas cosas había adquirido a cambio de un dólar. La mejor compra del día. A la puerta de un restaurante chino decidimos que ya era hora de comer; hicimos dos grupos, aún tenia la imagen de los sapos del mercado y propuse como alternativa cualquier trattoria de Litte Italy. Almu, Isa, Josemi se unieron al plan y quedamos en reunirnos todos en ese mismo punto hora y media después. Mulberry Street rebosaba ahora actividad, todas sus terrazas estaban al completo de turistas que disfrutaban al sol de un buen plato de pasta. El aspecto y el olor de aquella salsa de tomate nos había abierto el apetito.. Tuvimos suerte de encontrar mesa y disfrutamos de una estupenda lasaña y de un momento muy agradable de conversación y descanso. Que difícil resulta pedir un café con hielo fuera de España..... No había ya tiempo de explicaciones y nos dimos por contentos con un Ice coffe que resultó ser espectacular. Puntuales llegamos al punto de encuentro convenido. Para la tarde teníamos prevista la visita al Village y el tiempo comenzaba a echarse encima..... pisando huevos y cuarenta minutos después apareció el resto con la intención de tomarse un café, cuando el cuarteto de los italianos habíamos hecho ya la digestión. Anda, que suerte, un cybercafe! .......( ciberleches!!!) .Le pedí a Buda paciencia y mientras leían sus correos electrónicos aprovechamos para buscar la llamada esquina sangrienta, de la que según la guía nos separaban pocos pasos. Después de atravesar calles estrechas localizamos exactamente ese punto y comencé a leer emocionado su significado en la guía: “.....Durante la época de luchas por el control de Chinatown, Doyers Street, pequeña y tortuosa calle era conocida como Bloody Angle, pues allí se producían la mayoría de enfrentamientos entre las bandas rivales de los Leong y los Hip Sing...” Levanté la vista de la guía y me encontré sin publico que me escuchara bajo la lluvia que de repente comenzaba a caer fuerte. Almu e Isa encontraron mayor interés en los zapatos de la tienda de la esquina y Josemi y Eloy que nos acompaña se habían perdido calle abajo. Solo y desamparado en Chinatown.
Hoy el grupo de los Apóstolos debía estar al completo. Sole, Isa , Almudena y Eloy volaban ya hacía Nueva York y habíamos quedado en encontrarnos en el MOMA a partir de las 5 de la tarde. Amaneció el día gris y lluvioso. Josemi y yo fuimos los más madrugadores y nos adelantamos a desayunar en el Europa Center de Times Square. Los demás fueron llegando poco a poco y por su carácter parecía que no habían dormido muy bien. Habíamos decidido dedicar el día a visitar museos, era viernes y algunos tenían la entrada más barata. La lluvia que caía fuerte también aconsejaba pasar el día bajo techo. El Museo de Ciencias Naturales sería nuestra primera parada. No recuerdo la razón por la cual tomamos metro y autobús en lugar de ir en metro directamente, mas cuando el camino hasta la parada de autobús hizo que nos calaramos hasta los huesos. Supongo que no queríamos perdernos el paseo por la cara oeste de Central Park, repleto de bellas hileras de casas de piedra, que con el efecto de la lluvia aún aparecían más hermosas. Ahí estaban los cuatro edificios de apartamentos de lujo con torres gemelas en los que no nos hubiera importado pernoctar y un poco más adelante el magnífico Edificio Dakota a cuyas puertas fue asesinado John Lennon. No nos cruzamos con ninguno de sus famosos inquilinos a pesar de que Virginia pidiera a gritos a Yoko Ono que se asomara a la ventana. Por la tarde en la terraza bar del Metropolitan, entre mojitos, tuvimos ocasión de codearnos con lo más granado del famoseo internacional..... Llegamos al Museo de Ciencias Naturales. Entramos por la fachada de Central Park West directamente a la segunda planta donde están ubicadas las taquillas. Son 15 dólares la entrada... Ese es el precio recomendado comentó Virginia, mi hermano acaba de regresar de Nueva York y no ha pagado más de un dólar..... El más avispado de nosotros decidió el precio......diez dólares Cada uno iba soltando su billete de diez mientras era consciente de que algo fallaba en el razonamiento..... para darnos de collejas de aquí a Lima!!!! Una vez comentamos lo espabilados que habíamos estado, comenzamos la visita al Museo. Desde niño tengo aversión a determinados lugares que aún de mayor mantengo: El Circo, los Museos de Cera y los de Ciencias Naturales. Por ello tenía la esperanza de que la visita fuera breve. Emprendimos la inspección de las primeras salas. Me impresionó la visión del mayor esqueleto de Barosaurio del mundo. Si todo sigue en esta línea vamos bien pensé. A continuación accedimos a una sala en la que en urnas aparecían disecados los pueblos y los animales africanos, asiáticos y americanos.......Ufffff que mal rollo. Comencé a perderme entre pasillos y vitrinas con la mirada perdida en el suelo intentando salir de aquel cementerio. Siempre volvía al mismo sitio ...Me vi por un momento metido inmóvil en una urna , vestido con traje azul y corbata pistacho maletín en mano, con una placa que informara sobre las costumbres del humano del siglo XXI ............Que espanto!!!! Por fin vi a mis amigos que hacían corro y me acerqué a ellos. Algo anunciaba cambio de planes..... A cada cual le interesan unas cosas más que otras y quiere dedicar mucho tiempo a esto y poco a aquello...... lo mejor es que cada uno vaya a su bola y nos vemos en una hora en la cafetería de la última planta...... Ahí estuve poco rápido porque tenía que haber anunciado que no quería pasar un segundo más entre aquellas paredes y que me encontraría con ellos más adelante.........pero me callé y desde aquí entono el “mea culpa”. Fuimos camino de los ascensores que nos llevaron hasta la última planta. Todos decidieron comenzar por el ala derecha y yo me dirigí a la cafetería. Me serví un café directamente de una cafetera que como no sabía donde debía pagar me salió gratis y me puse a ojear la guía buscando alternativas. Me acordé que en ese mismo momento se estaba celebrando en Central Park el campeonato mundial de lanzamiento de hueso de oliva organizado por el Ayuntamiento de un pueblo de Murcia. Con el sobre del azúcar me fabriqué una bola de un tamaño y peso similar al del hueso de ese fruto y sin que nadie me viera me la introduje en la boca y la expulsé con todas mis fuerzas en dirección a una papelera......Puuuuffff.... ni cinco metros.... mejor busco otra afición porque como lanzador no tengo futuro. Más tarde buscaríamos a los murcianos por Central Park. Miré por la ventana, aún continuaba lloviendo y cualquier plan en la calle resultaba descabellado. Me quedaban aún cuarenta minutos de espera y decidí dar un paseo por el museo pero esta vez sin gafas teniendo la precaución de ponérmelas cada vez que subía y bajaba escaleras. Fui recorriendo sala por sala por el pasillo central para no tropezarme con ninguna vitrina, con mis ojos miopes la expresión de los animales era otra, parecían estar vivos y yo me imaginé que daba un paseo por el zoo. Así pasé la hora lo mejor que pude y me dirigí a encontrarme con mis amigos. Estaban en el punto de encuentro pero no porque hubieran cumplido la visita al museo sino porque durante todo ese tiempo sólo habían visitado la primera sala...Ein? No habíamos dicho una hora?.... Si, pero es interesantísimo...Hay que ver aún el delfinario, las ballenas y a la madre que parió a las ballenas....Otra hora más? Me comencé a enfadar, pensaba que estaba perdiendo el tiempo y que ya la espera y los cambios de planes no me divertían. Me voy, no sé si a comprar a Chinatown o a lanzar aceitunas por la boca pero yo no paso ni un segundo más aquí.....Jesús y Josemi se miraron alarmados sin saber que decir.. Bueno pues luego nos vemos en otro sitio...... Pues eso que me voy... no quería pensar cuando fuéramos diez y cada cual quisiera hacer una cosa diferente. Salí a la calle y Josemi me acompañó. Su charla y el cigarro que me fumé hicieron que me calmara y nos pusimos a pensar donde podíamos ir a comer cuando los demás terminaran de ver el Museo. Gray`s Papaya está muy próximo y aseguran que hacen los mejores perritos calientes de Nueva York. Toda una odisea pedir los perritos. Nos tocó un dependiente pakistaní con redecilla en la cabeza, que le pidieras lo que le pidieras te iba a poner lo que a él le saliera de la mismísima redecilla. Para empezar yo pedí dos perritos con salsa de tomate y sin cebolla. Pues toma cebolla y no rechistes que me enfado. Como me supo a poco repetí y esta vez pedí dos perritos como tu quieras salao!!!! Por supuesto los puso con cebolla Fuimos a un parque próximo a dar buena cuenta de la comida y allí sentados en un banco observamos el ir y venir de los habitantes de la ciudad que a mi me pareció mucho más interesante que cualquier museo. Había que tomar café y esta vez nos apetecía hacerlo en un lugar cómodo y a ser posible agradable. Pasamos delante del Hotel de los Artistas, bordeando el edificio en Columbus Ave. se encuentra la repostería Arte atendida por una mejicana. Pedimos café y cheescake de chocolate y entablamos una amable conversación con la dependienta que a juicio de mis amigos era encantadora Prueben también este pastel de semillas, lo hacen cada mañana los reposteros del Hotel.....aprovechemos que no está mi manager Son ustedes muy simpáticos......por su acento deben ser brasileños... Tan ensimismada estaba en la conversación que a la hora de abonar la cuenta nos devolvía diez dólares de más..... Señora Manager tiene usted una dependienta encantadora pero entre lo que regala y lo que se equivoca más le valdría contratar al pakistaní de la redecilla. Recibimos mensaje de Sole. Ya estamos en Nueva York. Nos vemos a las 5 a las puertas del MOMA. Nuestra siguiente parada era el Metropolitan y aprovechando que había cesado la lluvia decidimos ir caminando atravesando Central Park. Fue pisar el Parque y empezar a desvariar..... Me acordé de inmediato de nuestros compatriotas lanzadores de huesos de oliva y grite.... Murciaaaaaaaaaaaaaa Virginia que había entendido mal la inicial de la palabra me preguntó que a quien había visto y que lo que ella tenía entendido era que el Parque estaba lleno de cuevas con vagabundos toxicómanos... Así entre risas llegamos hasta Stranberry Fields donde un grupo de mitómanos de John Lennon contemplaban en silencio el mosaico en el suelo en homenaje de su ídolo. Dos manzanas lo adornaban Y esas manzanas en el suelo? Josemi explicó que cada mañana bajaba Yoko Ono a cambiar las manzanas y a recoger la recaudación.....y se quedó tan ancho Era tal nuestro desvarío y nuestras risas que Enrique comenzó a enojarse y a advertirnos que estaría justificado que nos tirasen piedras. Así fuimos caminando por los senderos del parque parándonos en cada rincón para hacernos fotos, atentos para no encontrarnos con las cuevas de los vagabundos toxicómanos que según Virginia poblaban el parque Venga foto aquí delante del lago... Jesús con la cámara. Aparece un vagabundo Todo el grupo posando.. cinco segundos....diez segundos... y Jesús sigue buscando el ángulo perfecto......... Jesús están esperando que hagas la foto para pasar.... Quince segundos...veinte segundos.................. Se está cabreando.. haz la foto de una vez.... Pero si seguro que no tiene prisa..... Taaaaaaaaaaaaake a faaaaaaaaaaaaking phooooooooooooooto.......... Lo veis, lo veis comentaba Enrique si va a ser un milagro que salgamos vivos del parque... Yo creo que la salsa de cebolla del camarero de la redecilla o el pastel de nuestra amiga mejicana contenía algún ingrediente al que no estábamos acostumbrados y que nos hizo comportarnos como chiquillos en plena edad del pavo. Salimos del parque con la intención de volver otro día que acompañara el tiempo y recorrerlo en bicicleta. De camino al Metropolitan en un puesto de la calle compre una lámina del Edificio Chrysler, mi favorito que ya llevé a enmarcar. CAPITULO 5 BIS Y junto a Central Park y la Quinta el imponente edificio del MET. Fotos ante su fachada principal de estilo Neoclásico. Dejé mi lámina en el guardarropa y sacamos los tickets de entrada. Esta vez convinimos que el precio recomendado sería de un dólar. Pronto nos dimos cuenta de que era imposible visitar el Museo en una solo tarde, incluso en toda una jornada, por lo que nos apresuramos a recorrer sus salas para intentar al menos digerir su apabullante riqueza. Obras pictóricas, escultóricas, arquitectónicas y de las artes aplicadas procedentes de los cinco continentes. Una guía del Museo nos explicó amablemente que esta acumulación de obras de arte era sólo posible por la dedicación y generosidad de numerosos donantes e instituciones que a lo largo de los años lo han enriquecido y ampliado. Pensé en la falta de disposición que había tenido en el Museo de Ciencias Naturales. Aquí si que me sentía cómodo y con ganas de disfrutar, me encantó ir descubriendo sus salas y sólo me quité un momento las gafas para limpiar sus cristales y admirar más nítidamente no solo las obras de Arte, sino también cada uno de los ambientes del Museo. Cómo me gustó el café del Jardín de Esculturas, en medio de un jardín de invierno, con vistas a través de un inmenso ventanal, a Central Park!! Guiándonos por el folleto del Museo comenzamos a buscar la terraza superior, Joaquín y yo andábamos de aquí para allá sin éxito, debe estar cerrada pensamos.... Un guía adivinó nuestras intenciones y nos llevó hacia los ascensores por los que directamente se accedía a The Roof. Un enorme mirador sobre el parque apareció ante nuestros ojos. En los extremos bancos de madera permitían el descanso. En medio un enorme cristal llamó nuestra atención. En su base aparecían tiesos una decena de pájaros y discutimos si se trataba de una creación artística o si las pobres aves habían muerto en su vuelo tras darse un enorme coscorrón contra el cristal. De ser así ya estaban tardando en retirar los cadáveres.....Me acordé de nuevo del Museo de Ciencias Naturales. Pedimos unos mojitos y unas cervezas y disfrutamos tanto de las vistas del Parque como del ambiente de la terraza llena de personajes a cada cual más interesante....Y el alcohol empezó a hacer efecto..... Pero si está Yoko Ono!!! Llevaba un bolso enorme cargado de manzanas....... .Pero bueno que pasada, Julianne Moore........ Josemi se quedó prendado de su madre clónica que la acompañaba....Y a nuestro lado nada más y nada menos que Shakira moviendo sus caderas...Nos hubiéramos .quedado toda la tarde codeándonos con el artisteo pero Sole, Almu, Isa y Eloy ya nos esperaban en el MOMA y tras echar un último vistazo a Central Park dejamos la terraza. Y como si le hubiéramos robado el bolso a Yoko salimos en estampida por las salas del museo creando el desconcierto entre visitantes y vigilantes del Museo, a los que despedíamos con el bye bye correspondiente.....Tanto correr para luego detenernos en el guardarropa, debía recoger mi lámina del edificio Chrysler y tarde diez minutos en encontrar la ficha en mi mochila. Se nos hizo tarde para reunirnos con nuestros amigos que ya nos habían avisado de las colas que había para entrar al MOMA. Decidimos quedar con ellos para la cena y de camino a los apartamentos pasarnos por la tienda de fotografía donde me esperaba la cámara que el bueno de Ed había encargado traer desde Pensilvania. Cierres echados a cal y canto en pleno horario comercial y ningún letrero identificativo del negocio, nos hizo sospechar que no se trataba de trigo limpio y que yo al menos pasaría un día más sin cámara. Podemos volver mañana a primera hora e intentarlo de nuevo..... Esta noche cenaríamos en el Planet Hollywood Los Apóstolos recién llegados acusaron el cansancio del viaje y tan sólo pudimos dar la bienvenida a Eloy al que le habían perdido la maleta y se pasó a saludarnos antes de ir a dormir. Las chicas ya descansaban en el Hotel Milford en el que estarían alojados varios días hasta ocupar también habitación en nuestros Apartamentos. Típica cena de Planet Hollywood. Josemi, fan número uno de la cadena, estaba encantado de añadir a su lista de Paris y Londres ahora también el de Nueva York. Acabarán poniendo las huellas de sus manos junto a las de los insignes visitantes que adornaban la escalera de acceso al restaurante. Todo normal salvo si necesitas ir al baño. Allí te espera un negro con trenzas que te canta mientras intentas hacer tus necesidades. Tras el desconcierto inicial, me animé a orinar a ritmo de hip hop.... Que majo el tipo con trenzas, me despidió con un abrazo y me ofreció una selección de colonias entre la que se encontraba la mía...Rapero y además adivino pensé.... lleno de cariño y perfume volví a mi mesa.....Esto es Nueva York Habíamos comido tanto que nos convenía hacer algo de ejercicio antes de ir a dormir. Un buen paseo hubiera sido lo normal pero.. Mirad eso.. un huevo con ruedas!!!! Una bicicleta con seis asientos distribuidos en circulo llamó nuestra atención Ten each..gritaba el conductor No nos lo pensamos dos veces y en segundos estábamos dando pedales entre la circulación de Times Square... Al que no se le salía el zapato se le salía el alma por la boca jajaja. Virginia y Enrique que iban de espaldas llevaban el terror en la cara y los demás llorábamos de la risa. Todo Times Square saludaba a nuestro paso... Pedal Pedal gritaba el negrito que se acercaba peligrosamente a los coches y giraba el manillar tan pronto a la derecha como a la izquierda para dar emoción al recorrido. Mientras hablaba por el móvil fue dirigiéndonos hacia calles menos transitadas.... Nos está llevando a una encerrona...jajajaja Nos van a dejar sin un dólar.......jajajajaa Nos van a dar de palos.......jajajajajaja. Por supuesto no hay fotos del momento...a ver quien era el valiente que se soltaba del manillar. Afortunadamente no acabamos ninguno en el asfalto atropellado ni fuimos objeto de ningún asalto.....y en cambio nos reímos como el día anterior sentados en los sillones de masaje Tomamos una cerveza para relajarnos e hicimos planes para el siguiente día. Mañana nos esperaba Chinatown. Los diez Apóstolos por fin ya duermen en Nueva York
Corríamos en fila buscando el refugio de los salientes de los edificios, atropellados pero extrañamente sincronizados en una perfecta sucesión de relevos que nos acercaba a nuestro destino. No hablábamos, sólo reíamos. Las gotas de lluvia golpeaban con fuerza el asfalto y su sonido marcaba el ritmo de nuestros pasos. Éramos recién llegados a la ciudad pero Nueva York ya nos había acogido y sentíamos como cada uno de sus rascacielos nos prestaba su protección. Pasamos por una enorme librería, Virginia se acordó del encargo de sus amigos y la seguimos todos al interior del establecimiento sin reducir la velocidad de nuestra carrera. Pasamos al trote entre las estanterías donde descansaban ordenados libros y revistas. La C de Child....? Algo fallaba porque habíamos llegado al final de la librería y no habíamos sido capaces de leer el título de ninguna publicación....Cómo que todas estaban en japonés.....!!! .Hasta entonces no echamos un vistazo general a la tienda. Una veintena de japoneses esperaban su turno en caja para pagar sus compras y tanto clientes como cajeros permanecían en silencio inmóviles y asustados intentando comprender la razón de nuestro atropello. Yo creo que llegaron a pensar en un atraco, jajaja. Virginia volvió a actuar como liebre del grupo y salimos a la calle entre risas como alma que lleva el diablo. Buen momento este para anticipar que fueron varias las ocasiones a lo largo del viaje que nuestros pies obedecieron una consigna que no escuchaba nuestra voluntad que nos impulsaba a salir en estampida dando lugar a situaciones más o menos embarazosas. Estoy seguro que nuestra visita al Metropolitan produjo momentos de pánico entre el personal de seguridad del Museo y de sorpresa entre sus visitantes cuando sin instrucción previa salimos pitando por pasillos y salas buscando la puerta de salida. O han cargado las mochilas de ánforas griegas o han colocado una bomba.....Sólo había que mirar la cara de quienes nos abrían paso confusos entre vitrinas y esculturas. Aún deben estar revisando el inventario de obras de arte y el video de nuestra visita al museo para encontrar explicación a semejante huida. Llegamos empapados a los Apartamentos. Tiempo para una ducha caliente y para esperar a Josemi. Yo aproveché para deshacer mi maleta y colocar en cajones y perchas parte de mis enseres. Llamaron a la puerta Carlos abre soy Josemi Ahí estaba el sexto Apóstol en Nueva York. Había utilizado los servicios de un autobús que trasladaba a los viajeros desde el aeropuerto directamente al hotel correspondiente con la fatalidad que nuestros apartamentos eran el final de la ruta. Llegaba cansado pero con ganas de coger rápidamente el ritmo a los demás. Cuales son los planes para la tarde? Fuimos en busca de nuestros amigos y decidimos que el colofón perfecto para el primer día sería coger el ferry que une el extremo sur de Manhattan con Staten Island, permitiéndonos contemplar la Estatua de la Libertad. Jesús insistió con vehemencia en que antes que nada era conveniente y necesario acercarnos al Deli y llenar las neveras de provisiones. Yo me sentía aún culpable por mi momento de pereza a la hora de la comida y me apunté con presteza a esa labor. Quedamos algunos en reunirnos en cinco minutos en el hall mientras yo acompañaba de nuevo a Josemi a nuestro apartamento para que se acomodara No tardé ni dos minutos en mostrárselo como lo haría un agente inmobiliario. Aquí el salón, grande y luminoso con sofá cama, mesa de comedor y televisión . Moqueta en todas las habitaciones Cocina unida al salón perfectamente equipada con cocina, nevera, microondas y cafetera, mientras abría puertas y cajones mostrándole donde estaban vasos, tazas y cubiertos Baño limpio y recién reformado, suelo de mármol. Aquí el dormitorio. También con televisor. Le indiqué que yo ya era dueño de la cama que estaba pegada a la ventana y le mostré la mitad de los cajones que quedaban vacíos para que pudiera colocar sus cosas. Ventajas de llegar el primero jeje. Buenas vistas de la ciudad, ahí las luces de Times Square, las ventanas están selladas pero el aire acondicionado funciona perfectamente. Debí ser tan convincente que hasta unos días antes de nuestra partida no nos dimos cuenta que las ventanas se abrían perfectamente....o que estábamos a por uvas que también puede ser Bajé rápidamente al hall. Aún no había nadie. Mientras esperaba eche un vistazo a la calle, aún llovía a cántaros. Pregunté en recepción por la forma de llamar a la habitación de mis amigos, quería advertirles que un paraguas nos vendría de perlas. No funcionaba la extensión, mensaje a los móviles...Donde estais? Ninguna respuesta....Seguí esperando diez minutos hasta que pensé que se habrían adelantado y que estarían realizando las compras sin mi. Momento de agobio...No solamente me han servido la comida sino que también han tenido que hacerme la compra....Ufff que fama de vago voy a ganarme desde el primer día en este viaje...No me importó la lluvia, salí disparado al Deli, creo que no dejé un solo charco por pisar. La tienda vacía. Más mensajes a los móviles....Ninguna respuesta. A que me he confundido de tienda? Me acerqué a Times Square echando un vistazo al interior de los comercios por si encontraba a mis amigos. La gente corría buscando refugio de la lluvia y yo decidí no mojarme más en balde y hacer las compras por mi cuenta. Salí cargado de leche, agua y refrescos pensando que mis amigos estarían comprando en otro lugar. Ya no corría, para qué si ya estaba empapado, iba pensando que igual me había entretenido mucho en mi labor de agente inmobiliario y que en adelante debía estar más despierto. Llego por fin a los apartamentos..Sorpresa !!!.... mis amigos cómodamente instalados en los sofás del hall en animada tertulia. La tarde estaba de perros y habían decidido dejar las compras para otro día.......Caras de SuperEin? Pero al final has ido a comprar tuuuuuuuuu? Risas (de ellos) porque maldita la gracia que me hizo a mi. Virginia venía de recepción, había telefoneado a mi habitación para avisarme del cambio de planes. Subí en el ascensor repitiendo en alto...ESTAIS NOMINADOS!!! Me olvidé de las costumbres de los habitantes de Miraflores en cuanto encaminamos nuestros pasos hacia la calle. Primera incursión al metro. Intentamos comprar el MetroCard en las máquinas expendedoras. Josemi ya venía desde Madrid con el suyo puesto e intentó completar su saldo. Tras varios intentos fallidos fuimos a una taquilla y uno detrás de otro repetimos al vendedor como loritos el another one, please.... Vaya, esto si que es calor!!!....! a medida que nos acercábamos a nuestro andén subía la temperatura hasta convertirse en sofocante. Subimos al vagón entre risas y empujones.. .Vaya esto si que es frio!!!!!... La diferencia de temperatura entre los andenes y el interior de los vagones es tan elevada que no sería extraño que el uso del Metro fuera la primera causa de baja laboral entre los habitantes de Nueva York.. Una vez en el tren íbamos fijándonos en los paneles electrónicos en los que se iban anunciando las estaciones mediante luces. Cada andén me llamaba más la atención que el anterior, recordaba del cine las dos filas de columnas de hierro pintadas de azul que los bordean. Pero lo que realmente llamaba mi atención era la gente que en cada estación entraba al vagón. Todas las nacionalidades, todos los acentos, todos los grupos humanos en el minúsculo espacio de un convoy de metro. Llegamos a Battery Park donde tomamos el ferry hasta Staten Island. Allí pudimos contemplar una exposición al aire libre sobre el proyecto de rehabilitación de la zona cero. Muy interesante Cientos de personas aguardaban la salida del trasbordador. En su mayoría eran trabajadores que regresaban a su casa después de un día de trabajo en la ciudad. Se abrieron las rampas de acceso al barco y comenzamos a tomar posiciones en cubierta. Había dejado de llover pero la tarde era húmeda y fría. La gente que a diario realizaba este trayecto se entretenía leyendo un libro o simplemente dormitaba ajenos al espectáculo tan hermoso que a medida que nos alejábamos del muelle aparecía ante nuestros ojos. Y empezó a anochecer.....Desde mi vuelta, no hay día en el que no recuerde ese momento, la silueta iluminada de Manhattan en todo su esplendor Sólo se escuchaban los motores del barco, durante unos instantes todos permanecimos callados y en nuestras caras se veía la emoción por la visión de un escenario tan único y mágico Una vez repuestos comenzamos a hacernos fotos y más fotos Pensé de nuevo en mi cámara que a esta hora debía estar ya en camino desde Pensylvania Corríamos de un lado a otro de la cubierta para que no se nos escapara ningún ángulo, de un lado Manhattan, del otro New Jersey. El resto de los pasajeros observaban nuestras carreras comprendiendo nuestro jubilo. Localizamos la silueta de la la Isla de Ellis y a lo lejos por fin la antorcha encendida de la Estatua de la Libertad. A medida que nos acercábamos comentamos la emoción que debieron de sentir los millones de inmigrantes que desde Europa llegaron a América con la esperanza de una vida mejor. Una mañana tendríamos la ocasión de contemplar la estatua desde la cubierta de un taxi acuático y hacernos idea de sus colosales dimensiones. Muchas emociones ya en un solo día. Llegamos a Staten Island. Un ejercito de autobuses esperaba a las puertas del embarcadero para llevar a sus hogares a los viajeros del ferry. En un minuto nos quedamos completamente solos. Y ahora que hacemos? Pues vamos a explorar el lugar, tenemos media hora hasta que nos lleve de vuelta el ferry.... Comenzamos a caminar sin rumbo fijo por las calles vacías, solamente circulaban coches de policía haciendo su ronda para los que seguro debíamos resultar sospechosos. Que harán estos locos por aquí?..... A lo lejos lo que parecía un centro comercial del que salía un haz de luz y el sonido de música disco. Ahí es donde debe estar todo el mundo pensamos Hacia ese lugar dirigimos nuestros pasos mientras Jesús iba enseñando a Josemi las fotos de su cámara y le ponía al día de cuantos lugares habíamos visitado esa mañana. Enrique con su cámara de video recién adquirida iba filmando las calles de la ciudad fantasma y Virginia, Joaquín y yo conversábamos mientras apurábamos un cigarrillo. Lo que en principio debía ser un Centro comercial era un estadio de béisbol en el que varios jugadores realizaban sus sesiones de entrenamiento. Vimos durante varios minutos como peloteaban y basto para aburrirnos. Pasmados como estábamos de tantas emociones en un solo día no reparamos en el reloj y se nos acabó escapando el ferry de vuelta. Y ahora que hacemos? Anda mira una colina.... Pues vamos a explorarla..... Lo que digo íbamos ya pasmados Subimos por una calle empinada que conducía a un conjunto de casas en las que todos sus habitantes debían estar dormidos (o muertos) porque no se veía ninguna luz encendida. Acabamos encontrando una calle con varios locales iluminados. En comparación al resto del pueblo aquella calle parecía Broadway. Convinimos cenar en una (la) pizzería y dejar pasar otro ferry. Y éramos seis y no cabíamos en una mesa pues estaban ancladas al suelo y no había forma de juntarlas. Prometo que no lo intenté Aquella cena fue divertida, íbamos pasando la pizza y la coca-cola de dos litros de mesa en mesa y reíamos comentando situaciones disparatadas. Josemi que hasta ese momento notaba el cansancio del viaje parece que despertó y le recuerdo disparando con bala... Por fin dejamos Staten Island y llegamos de nuevo a Manhattan en el ferry de vuelta. Ya era tarde y el Pier 17 estaba también desierto. Todas las tiendas estaban ya cerradas y en los restaurantes terminaban de cenar los últimos comensales. Pensamos que no podíamos terminar el día sin contemplar desde uno de sus balcones otra de los lugares mágicos de Nueva York. Ante nuestros ojos el Puente de Brooklyn. No estaba iluminado pero tampoco le hacía falta. Estábamos entusiasmados y entregados por completo a la ciudad y durante unos minutos ante semejante espectáculo, sentados en los bancos de madera del mirador nos sentimos los Reyes del Mundo. Estábamos felices y con ganas de reir pero nada presagiaba que acabaríamos muertos de la risa... En los pasillos del Centro comercial alguien repara en tres sofás Anda y estos sofás tan raros? Parecen de masaje. Funcionan con un dólar Se sienta Josemi.....Tras unos segundos comienza a quejarse. UUUUUUUUUUUUU que dolor, esto no es para mi.... .y me cede el puesto............AAAAAAAAAAAAHHHH Virginia es la siguiente.........UUUUUUMMMMMMMM y completa Jesús el tercer sofá....OOOOOOOOOHHHH Tales eran los gritos de placer que lo que era un centro comercial desierto se convirtió en el lugar con mayor densidad de población del sur de Manhattan. Por supuesto yo repetí varias veces incluso fui a por cambio a un restaurante pues se me habían acabado los billetes de un dólar. Terminamos haciendo trío Virginia, una negrita y yo entregados por completo en una orgía sin fin SIII SIIIIIIIIIIII SIIIIIIIII SIIIIIIIIIIIIIII YEEEEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSS AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH Abrí los ojos y pensé pero de donde ha salido toda esta gente...Risas Risas y más Risas para terminar nuestro primer día en Nueva York ........................................................................................................................................... Un beso enorme para Carri
Levanté las persianas. Había amanecido un día soleado. El edificio de oficinas de enfrente estaba ya en plena actividad. Recordé por un momento mi trabajo y mi negocio. Sacudí la cabeza para quitarme de la mente ese pensamiento. Por fin tengo unos días de vacaciones y no quiero tener ninguna responsabilidad. Preparé café. Abrí la guía para recordar que nos esperaba al salir de los apartamentos. La noche anterior, ya habíamos recorrido los alrededores de Times Square .Tomando como referencia Broadway, cruzamos la 49, la 48, la 47.....hasta completar un recorrido por el Theater District. Nos quedamos impresionados por la luz y los colores de los anuncios, por la actividad de la ciudad y por la primera visión a lo lejos del edificio Chrysler iluminado, mi favorito Debía cambiarme de apartamento, había pasado la primera noche en uno individual. Y esperábamos para hoy la llegada de un nuevo Apóstolo. Fui a buscar a mis amigos, comentamos como habíamos descansado la primera noche. Mi nuevo apartamento era luminoso con un amplio salón y un dormitorio con dos camas enormes. Que bien iba a descansar...... En los días sucesivos debían ir llegando el resto de los Apóstolos y decidimos que este primer día fuera de toma de contacto con la ciudad, dejando la visita de los lugares más emblemáticos para cuando estuviéramos todos juntos. Estábamos en América y teníamos que desayunar como los americanos, huevos y bacon, tostadas untadas en mantequilla y abundante café. Decidimos estrenarnos en Stage Star en la 55 entre la 6º y 7º Avenida,. Que ilusión pagar en dólares!!! Habíamos tomado la dirección contraria a nuestro primer recorrido nocturno. Parábamos en cada tienda y levantábamos la vista para observar detenidamente cada edificio. Los establecimientos de fotografía llamaron rápidamente nuestra atención ofreciendo mejores precios a medida que avanzábamos por la séptima avenida. Teníamos como referencia B& H Photo Video en la novena, en pleno Garment District y no realizaríamos ninguna compra hasta haber comparado bien los precios. Las primeras fotos delante del Centro de Música y Danza de la Ciudad y el Carnegie Hall. Llegamos a la parte sur de Central Park. Que vista más espectacular de los rascacielos bordeando el parque. Algunos parecían hologramas de color azul .Carruajes de caballos esperaban pasear a los turistas. Nos quedamos impresionados con la fachada de los Apartamentos Alwyn Court, con sus hermosas coronas, dragones y demás figuras de terracota. Apretaba el calor y caminábamos sin rumbo fijo pasando de una acera a otra para que no se escapara ningún detalle a nuestros ojos. Nos detuvimos un momento delante de la fachada del Hotel Plaza. Estructura de hierro de 18 plantas que asemeja a un castillo francés del Renacimiento y cada uno de nosotros dió su primera impresión de la ciudad. Excesivo, un completo derroche comentaba Enrique, que venía con la idea preconcebida de que América y los americanos vivían a expensas del resto del mundo y este primer paseo a la luz del día parecía corroborar su pensamiento previo. Fue comprarse su cámara de video a la mitad de precio que en España y escucharle decir: Viva América!!!!.....Ein? Si por poco se queda a vivir en Coney Island.....Un abrazo Enrique. Nos separamos en dos grupos. Quedamos en reunirnos en la Biblioteca Pública en una hora. Enrique y Jesús decidieron entrar al Apple Center y Virginia, Joaquín y yo enfilamos la quinta Avenida. Los típicos taxis amarillos se reflejaban en los escaparates de Gucci, Bulgari, Prada, Louis Vuitton, Cartier...Yo los observaba no con afán comprador, sino para estar al tanto de las últimas novedades de estas marcas ante nuestra próxima visita a Chinatown. Pasamos por la impresionante y lujosa Trump Tower de la que de sus pisos superiores afloraba una inmensa vegetación. Seguíamos cruzando de una acera a otra para no perder detalle y fotografiarnos delante de cada fachada. Los tres al unísono gritamos Zaaaaaraaaa!!!! Jejeje Una vendedora delante de la puerta de Disney Store reclama nuestra atención. Pienso rápidamente en mis sobrinas. Elisa, Virginia y Sandra ya tienen decidido su regalo. Nos hicimos fotos junto a los personajes del mundo Disney y pasamos un rato entretenido entre camisetas, disfraces y muñecos de peluche. Yo seguía deteniéndome en cada tienda de fotografía pues había venido a este viaje sin cámara y a cada blocks iban apareciendo los edificios que tanto había soñado ver desde hacía meses. De las vecinas Park Avenue y Lexington se dibujaban en el perfil de la ciudad la hermosa torre de la General Electric y el original tejado en forma de cuña del Citycorp Center. Seguíamos caminando por la Quinta Avenida como quien lo hace recién llegado a Nueva York, asombrados a cada paso, boquiabiertos y con la mirada dirigida a las alturas. Admiramos la fachada de mármol blanco de la Catedral de San Patricio. Impresionante también su interior. Desde su puerta principal en la otra acera el Rockefeller Center presidido por la estatua Atlas. Me imagine entonces como sería la Quinta avenida los días en los que los diferentes grupos sociales de la ciudad festejan sus particularidades culturales, cuando los desfiles toman la calzada y las bandas de música ocupan el lugar que, a diario, queda reservado para la riada de taxis amarillos. Fue entonces cuando supe que quería en el futuro volver muchas veces a esta ciudad. Me cruce de brazos cuando pensé de nuevo en la cámara. Proseguimos camino hacia la Biblioteca Pública y a la altura de la 47 Enrique y Jesús nos alcanzaron. Habían recorrido la Quinta Avenida al trote y Jesús venía encantado de haber fotografiado el escaparate de Tiffany`s. que para nosotros había pasado desapercibido. Caminamos unos blocks más y en el cruce con Park Avenue apareció la Grand Central Terminal. Frenamos en seco y hace allí dirigimos nuestros pasos. Nos hizo gracia un cartel anunciando una cerveza light. Pronto estará en España, pensamos. Nos hicimos fotos delante de la fachada de columnas de la calle 42. Magnifica. Accedimos al vestíbulo principal de altísimo techo abovedado, no sin antes esperar a que un aluvión de ejecutivos perfectamente uniformados dejara la entrada libre. Me sentí feliz al recordar de nuevo que estaba de vacaciones. Tres gigantescas ventanas llenaban de luz la enorme sala perfectamente organizada. Nos quedamos impresionados. Fue comentario generalizado que jamás habíamos visto una estación de tren tan imponente. Más fotos delante de las escalinatas de mármol que me parecieron inspiradas en el edificio de la Opera de Paris. Pasamos a un vestíbulo más pequeño, el Vanderbilt Hall decorado con lámparas doradas y mármol rosa en el que había continuas alusiones a Cornelius Vanderbild, promotor de la construcción de la Estación. Curioseamos en las tiendas, Virginia y Joaquín buscaban entre los estantes de revistas de una librería, el último número de la revista Child para cumplir con un encargo de unos amigos. Sentí la necesidad de ir al baño, rápidamente se apuntó Joaquín que desde hacía rato buscaba los carteles indicativos del restroom. Bajamos a un nivel inferior por escaleras de mármol, rampas y modernas escaleras mecánicas. Atravesamos un restaurante decorado con azulejos amarillos que por la hora estaba atestado de clientes. Buscamos a nuestros amigos que curioseaban en el espléndido delicatessen de la estación. A pesar del copioso desayuno, el paso por el restaurante me había abierto el apetito de una forma voraz, Recuerdo las hojas de lechuga y las empanadillas de sésamo del día anterior......Sentí un agujero en el estómago y la vista nublada ante la perfecta exposición de tantos alimentos Que pedasho de baguette....la barra de pan se convirtió en un manjar para todos y entre risas inmortalizamos en una foto el simpático momento de los Apóstolos devorando por las calles de Manhattan la pieza cocida de cereales ,agua y levadura. Retomamos camino hacía la Biblioteca Pública, yo había cambiado mi interés inicial por las tiendas de fotografía por los negocios de ultramarinos que con muy mala leche aparecían a cada paso. Me iba dando coscorrones contra los escaparates que ofrecían su mercancía de olores y colores sugerentes y del alma se me escapó un grito de uuuuuummmmmmmmm que Enrique muy atento escuchó. Parece que tienes hambre? Yo asentí con la cabeza. O hablaba o daba buena cuenta de la baguette y preferí lo segundo. Pues ese pan como esta rico es con plátano, dijo Enrique. Volví a asentir con la cabeza aunque la idea no me pareció muy afortunada. Tate fue nombrar el plátano y apareció un puesto de frutas.....Enrique se acercó a comprar. A ver si va a ser verdad que Nueva York es la ciudad donde cualquier sueño puede hacerse realidad, pensé feliz. Presidiendo el tranquilo parque de Bryant Park, entre las calles 42 y 40, apareció el hermoso edificio de la The New York Public Library, que a mi más que una biblioteca me pareció por su espectacularidad un espléndido Museo. Nos dividimos en dos grupos; Virginia y Joaquín se fotografiaban en la escalinata de su fachada de estilo neoclásico y Enrique, Jesús y yo volvimos a a atacar las tiendas de fotografía que en este punto aparecían como setas en primavera. Tras varios intentos dimos con la tienda, un dependiente de origen hispano que atendía al nombre de Ed nos enseñó los modelos por los que estábamos interesados a un precio hasta un treinta por ciento más barato que el resto de los establecimientos que habíamos visitado. Preguntamos por el horario de la tienda y prometimos volver. Convinimos que tras la visita a la Biblioteca Pública iríamos a B& H Photo Video, lugar que me habían recomendado si quería hacer cualquier compra de material electrónico. Imaginaros un lugar luminoso, tranquilo y amplio, donde se agruparan millones de libros a disposición de los lectores.. Ese lugar es The New York Public Library. Tuvimos que mostrar nuestras mochilas para acceder al hall principal de bóvedas esculpidas en mármol blanco. Me tocó el turno y el guardia de seguridad me pidió comprobar el interior de mi bolsa. Ahí estaba lo que quedaba de mi baguette, por como se le abrieron los ojos me di cuenta que no era el único que pasaba hambre. Una miraba bastó para hacerle entender que ERA MIA Y SOLO MIA. Cerró con lastima mi bolsa como quien deja de contemplar un tesoro. Subimos por la escalera que daba acceso a las distintas salas de lectura revestidas de madera. Tanto nos gustó el lugar que decidimos hacernos el carnet de socio al momento. Con él tendríamos acceso a la consulta de cualquier libro y acceso gratuito a internet. Simplemente se cumplimenta un sencillo cuestionario a través de la red y pasas a una ventanilla donde personal de la biblioteca te hace una foto y te hace entrega de tu carnet. Parece sencillo pero.... Please your I.D?....... From Spain mi respuesta Carlos que le entregues tu D.N.I....me dice Jesús Ah si claro...... Siempre que me siento pillado me rasco la nariz y cuando estaba en esa labor siento el fogonazo de la cámara...ZUUUUUMMMMMMMMMM. Me parece que me van a tener que repetir la foto jajaja Another one PLEASE...!!!! El tono de ese please resumía .....que mala suerte que siempre me toca el Autista.....Tampoco era para ponerse así, ella como fotógrafa tampoco era muy buena, nos sacó a todos negros,...que parecemos los primos del Príncipe de Bel-Air. Tuvimos tiempo de visitar la tienda y yo como coleccionista de tazas de las ciudades que visito me hice con la taza oficial de la Biblioteca Proseguimos nuestro camino por la Quinta acercándonos al Empire State Building. Jesús desde Madrid se encargo de sacar los tickets para acceder al edificio, pero esa visita debíamos posponerla para cuando estuviéramos ya todos los Apostólos en Nueva York. Al final se divisaba el Flatiron. Nos hubiera gustado acercarnos pero era urgente ya comprar la cámara de fotos y ya estábamos cerca de los famosos almacenes judíos de electrónica. Tomamos la 34 hacia la Novena. Poco a poco iba cambiando la fisonomía de la ciudad, edificios irregulares y de colores cambiantes que a menudo dejaban al aire las escaleras de emergencia. Pasamos por los almacenes Macy´s donde algunos de nosotros nos volvimos locos comprando una tarde de lluvia. Más fotos delante del Madison Square Garden. Como sigamos a este ritmo que vamos a dejar para los días siguientes... Vaya páliza ya en los pies. No hizo falta buscar mucho, en un callejón una veintena de judíos ataviados de trajes negros y sombrero de fieltro descansaban fumando un pitillo. Como me hubiera gustado tener en ese momento la cámara. Y en el 420 de la novena estaba B& H , gran almacén de la electrónica que tiene todo en cámaras de fotos y de video, cuya particularidad es que todos sus empleados son judíos y que cada una de las compras llega a la caja por los aires a través de un sistema de grúas. Lo que también estaba por los aires eran los precios.... era la tienda más cara de cuantas habíamos visitado. Decidimos hacer una parada para comer y regresar a la tienda del hispano Ed antes de que cerrara. Tres restaurantes a la puerta de B&H...y menos mal que sólo eran tres...Enrique propone asiático, Joaquín y Jesús toman posiciones en un local de bocadillos y sandwiches y Virginia y yo nos asomamos a un pequeño restaurante con terraza en el aparecía colgado un letrero que lo señalaba como mejor restaurante de Nueva York en el 2006. Salimos y entramos de unos y otros sin ponernos de acuerdo. En el interior del local con terraza quedan libres dos mesas y yo me abalanzo sobre ellas......SON NUESTRAS Y SOLO NUESTRAS, jejeje .Una vez me senté en mi silla ya no me levanté ni para pedir, dejando esa tarea para los demás. Un rápido vistazo al lugar me bastó para darme cuenta de que el cartel lo habrían comprado en cualquier mercadillo porque la palabra que mejor lo definía era cutre. En realidad era un asador de pollos y la gracia estaba en que podías pedir distintos acompañamientos y salsas. Todos en el mostrador eligiendo y yo clavado en mi silla Carlos, muslo o pechuga? Pechuga Carlos, ensalada, arroz....? Arroz Salsa, Carlos acércate hay muchas salsas...Esa, señalaba desde mi sitio Carlos, para beber, un refresco o té? Té Carlos son diez dólares....pues tuvo que venir Jesús a por el billete de diez jejejeje Y aquí comienza el espectáculo. Aparecen mis amigos con sus bandejas... Lo que aquí cuento creo que tuvo que ser debido al excesivo tiempo que pasamos con la cabeza en posición inclinada mirando la altura de los rascacielos que debe ser directamente proporcional al flujo sanguíneo que deja de llegar al cerebro...... La primera en llegar es Virginia con su plato rebosando de maíz acompañado con un trocito de pollo. Ya te gusta el maíz..... Virginia mira su plato y me dice sorprendida no saber porque ha elegido maíz porque en realidad no le gusta...... Ein?.........Un beso Virginia Jesús odia el coco. Llega Jesús con su plato de pollo y arroz al coco..... ...Al coco?..... SuperEin? Pero si yo odio el coco y encima me he pedido té para beber que también lo odio Risas y más risas. Los demás dimos buena cuenta de nuestra pechuga de pollo al estilo americano con arroz estilo ibérico. El té me pareció riquísimo y acabé tomándome mi medio litro y el medio litro de Jesús que ya me costó más tarde una buena carrera a los baños de un Mcdonalds. Volvimos a ver a Ed, Enrique compró una cámara de video y yo me decidí por una cámara de fotos. Cuando la voy a pagar me indica que no le queda ninguna en stock y que debo esperar al día siguiente que la traerán de Pensylvania. Bueno sólo es un dia más sin cámara, puedo esperar pensé. Visita al edificio Chrysler donde posamos en cada uno de los rincones de su Hall. Sorprendente. Comienza a oscurecerse el cielo y empiezan a caer las primeras gotas camino del baño del Macdonals Cuando la lluvia arrecia nos protegemos bajo los toldos rojos del hotel vecino al Waldorf-Astoria. , Si esperamos un rato dejará de llover, esto sólo es una tormenta de verano dice Enrique. Menos mal que salimos a la carrera camino de los apartamentos porque la lluvia será nuestra compañera continua durante toda nuestra estancia. No son más que las cinco de la tarde de nuestro primer dia en la ciudad. Recibimos un nuevo mensaje de Josemi: “Ya estoy en Nueva York”

Ya estaba anunciado el embarque del vuelo de KLM a Nueva York Tuvieron tiempo de matar el hambre en el Mcdonalds del aeropuerto. Yo había sacado de mi bolsa de mano una tableta de Milka y apuraba a mis compañeros a terminarla antes de subir al avión.. En una ocasión, una compañera de trabajo montó un tremendo circo a su llegada a Estados Unidos por intentar introducir en el país un sandwich de pollo y no era cuestión de imitarla por una tableta de chocolate. De nuevo otro control para acceder a la puerta de embarque, de bote en bote. Los policías registraban minuciosamente bolsas y mochilas y cacheaban a los pasajeros que estaban obligados a descalzarse. Se nos acerca un policia............ Tate El chocolate!!!!......Lo que hace el sueño que no te deja razonar !!! Reclama nuestras tarjetas de embarque. Echa a andar y nos pide que le sigamos. Aún no sé con quién nos confundió pero pasamos delante del resto de pasajeros del avión calzaditos y sin ningún tipo de registro. Risas Puerta F9: NYC JFK 18.20 h. Reímos y hablamos entre nosotros apresuradamente. Todo está saliendo sobre ruedas y nuestro destino está ya sólo a unas cuantas horas. Miro a mi alrededor. No veo al chino de NE VER LAN. Por fin podré dormir...... Ya en el avión, mis amigos sentados en una de las salidas de emergencia de la izquierda del avión, yo varias filas más atrás a la derecha ocupando pasillo. Desde mi asiento los tengo a la vista. Aparecen relajados. Estoy contento. Todo el pasaje ocupando sus asientos. Esta vez mi compañero de asiento es un italiano talla 7/8 con cara de malas pulgas. Me acuerdo de mi maleta. Que será más grande mi maleta o Vitto Corleonne? Al menos éste se mantuvo callado durante todo el viaje, hasta el punto que llegué a pensar que habría perdido la lengua en un ajuste de cuentas de la Cosa Nostra.. Muda, era mi azafata de pasillo, Miss Muda, así decía su placa. Presté atención al paso de otra azafata, quería asegurarme que en su placa no apareciera el nombre de Miss Sorda......Carlos duérmete ya que vas flipando. Más tarde tuvimos ocasión de compartir charla animada con Esther, que de muda tenía el apellido porque rajaba por los codos en un perfecto castellano. Fue colocarme la almohada y la mantita azul de KLM y quedarme sopa. No sé cuando tiempo permanecí dormido pero al abrir los ojos me encontré mi mesa abierta con una bandeja en la que aparecía mi nombre impreso, Ein? A mi alrededor todo el mundo tenía su mesita plegada y el respaldo de su asiento en posición vertical ( Siempre he querido decir esa frase, jejeje) salvo el pasajero de enfrente que dormía casi en mis rodillas. Algo he debido perderme, o todos han cenado ya mientras dormía o se me ve en la cara que tengo hambre. Empiezo o espero? Al final del pasillo comienza el murmullo de los carritos con la cena. Inspecciono mi bandeja , unas hojas de lechuga, una empanadilla con sésamo, y un brick de agua made in Turkey........ Decido esperar más que nada para resolver el entuerto. Pasta o Pizza? Repetía Miss Muda al resto del pasaje.......De nuevo Ein??? Mis amigos cenaban tranquilamente, yo hacía tiempo que había terminado con la empanadilla y ahora mi preocupación era pedir a la azafata el mando a distancia de la pantalla portátil de mi asiento. Debían haberlo entregado también mientras dormía. Se acercó Miss Sorda y como pude le pedí con gestos el mando. Ella señaló el reposabrazos de mi asiento y ahí estaba encajado el dichoso aparato... Vitto Corleonne sonrió....Joer que corte!! Saqué los cascos y entre tanto cable acabé inmovilizado. Llegaban las bebidas. Pedí vino.......... Era vino chileno, me entretuve leyendo la etiqueta. No hice más que colocar la botella en la mesa cuando el señor que dormía casi en mis rodillas decide probar el límite de reclinación de su asiento y de la impermeabilidad de mis pantalones....... Toma vino chileno....., Tan amarrado estaba entre cables que no pude más que esperar a que la botella se vaciara sobre mis piernas .El vino no era tan seco como decía la etiqueta.....Y estaba fresquito......, al contrario que yo, que comencé a acalorarme por segundos dando golpes a su respaldo. El señor (capullo) que dormía casi en mis rodillas ( empapadas de vino chileno) no se alteró lo más mínimo y eso me acaloró aún más. Cuando pude desmadejarme de cables me levanté y me puse a su altura dándole gritos señalando las pruebas del delito. El me miró de arriba abajo y sin dirigirme palabra alguna volvió a su cena. Cuando reparé en el estado de mis pantalones tuve que reprimirme para no estamparle la bandeja en la cabeza. La mancha de vino resultaba por su ubicación sospechosa y bien pudiera ser que la autoridades americanas no permitieran mi entrada al país por borracho....o por hermafrodita.....Fui ahí cuando me acordé del chocolate...... Salí corriendo hacia el baño, el azafato Mister Espabileitez ( estuvo al kite de inmediato) me entregó un paquete enorme de servilletas empapadas en un líquido que consiguió absorber milagrosamente el vino. Mis amigos me vieron entrar al baño y esperaron a mi salida para averiguar en que lio me había metido. Nos encontramos al final del avión y mientras contaba mis aventuras con la empanadilla y el vino se acercó ella como recién salida del epicentro de un huracán. Lo digo porque llevaba rato su coleta bastante descolocada. Miss Muda nos escuchó hablar en español y se emocionó..........Españoles? de donde son?, cómo se llaman? Es su primer viaje a Nueva York?........ Nos habló de los pueblos de Cádiz a los que siempre gusta volver, de los modismos del idioma castellano, del US OPEN...Tan entretenidos estábamos con Esther Muda que hubo tiempo para que a mi se me pasara el enfado, tanto tiempo que sus compañeros de tripulación se la llevaron a empujones Me acerqué a los asientos de mis compañeros y con la mente más fría pregunté si aún quedaba chocolate.......Volví a mi sitio, la mujer del capullo intentó disculparse por él ofreciéndose a cambiarme su asiento por el mío que apestaba aún a vino. Yo le respondí que si quería cambios, más le valdría cambiar de marido y que me quedaba donde estaba porque en cuando se descuidara le iba a dejar un regalo muy dulce.....No sé si entendía español porque la mujer no me volvió a dirigir la palabra y el capullo se pasó el resto del viaje pegado a su asiento. Llegan los formularios...Tuve que repetirlos porque acabé manchándolos con el chocolate, jejeje Nueva comida: otra empanadilla envuelta en papel celofán con mi nombre impreso. Esta vez fui más listo, me la zampé en un periquete y esperé a que Esther me sirviera como al resto el “Regular Menu” Y por fin aterrizaje, que ganas tenía de llegar No hubo tiempo a mucho más ese día. Trámites de inmigración, recogida de equipaje, llamada a Andy, que frio pasamos en la furgo!!!!Primeras vistas de la ciudad y primer paseo de noche por Times Square. Caí rendido en la cama de mi habitación de los Apartamentos Radio City, como Virginia, Joaquín, Enrique y Jesús que compartían otro apartamento. Los 5 primeros Apóstolos ya duermen en NY. Recibimos mensaje de Josemi...”Embarcando hacia Ámsterdam...” Mañana ya seremos seis.